Atender al alma, particularmente a sus sueños, es "un juego de niños", se trata de la utilidad de lo inútil, se trata de darle importancia a lo que parece no tenerla, de recoger caracolas y conchitas en la playa para tratar de saber algo del mar, de auscultar las piedrecillas del suelo buscando la belleza inesperada, la más rara o simplemente la que nos gusta.
Nos dice Jung que en medio de su crisis psicológica se dio cuenta un día que de nada le servía su erudición, su intelecto, así que recordó cómo de niño jugaba con piedrecillas a orillas del lago, por ello, aunque avergonzado con el importante adulto que era, humildemente se entregó a ese juego infantil, es decir, aceptó que lo único que podía hacer era jugar como un niño. Así comenzó su curación.
El conectarse con el niño sana, y que firma más fácil y especial es el juego, y que hacer si el niño no jugó? Si fue muy grande desde niño? Como enseñarle a jugar, y recordarle la magia de ser un niño?
ResponderEliminarA veces solo el juego descongela el niño petrificado por el dolor, a veces solo el juego calma.la rabia del niño que no ha Sido atendido.